26 de marzo de 2007

Que se sepa la verdad

Vaya, vaya. Menuda sorpresa me he llevado.

En el periódico de hoy, que he cogido del bar donde suelo ir a comer, viene una nueva noticia relacionada con el incidente de la estación con los dos guardias de seguridad a los que mandé al hospital. Las famílias del chico y de la chica -que estubo hasta ayer en la UCI del mismo hospital dónde murió el sábado uno de los guardias- "han denunciado a los dos guardias de seguridad y a la empresa Renfe por acoso y agresión injustificada con intento de asesinato sin premeditación. La chica, que aún sigue en el hospital en estado de observación, no recuerda nada de lo sucedido después del golpe en la cabeza que sufrió, que la dejó en estado de coma durante tres días, pero su novio Lorenzo A. Díaz lo recuerda todo bastante bien, y a pesar de no poder describir al desconocido que evitó que todo fuera a peor, ha comentado que le gustaría darle las gracias por salir en su defensa. La família también agradece la ayuda del Desconocido y afirman que debería haber más gente que no se limitara a mirar cuando se cometen injusticias.
La polícia ha contrastado las palabras del jóven con los presentes en el altercado y la mayoría apoyan su versión de los hechos. Ni el guardia de seguridad implicado ni sus familiares han querido hacer declaraciones."
La noticia termina así: "¿Estamos ante un asesino desequilibrado o ante un héroe moderno?"

Sólo puedo decir -a pesar de que si finalmente me identifican seguramente acabaré en prisión- que me siento aliviado. Aliviado y agradecido. Al fín alguien cuenta la historia completa.

No hay comentarios: