15 de septiembre de 2010

El auténtico superhéroe en la actualidad

Hoy en día, en que parece que los valores morales, la ética, el respeto y la educación se han tomado unas vacaciones, aún quedan personas que se prestan a ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Desgraciadamente son un porcentaje tan bajo, que ni con superpoderes podrían cambiar las cosas.
Personas que cuando toman el transporte público aún se levantan de su asiento para dejar sentarse a un anciano, a una mujer embarazada o a un enfermo, aunque regresen a su hogar después de una dura jornada laboral.
Personas que al presenciar una injusticia actúan o llaman a quién corresponda, sin preocuparse por las consecuencias. Unas consecuencias que hoy en día demasiada gente tiene en cuenta y teme, que podrían afectar a la comodidad y al conformismo en que se sustentan sus vidas.
Es incomprensible para mí que se sucedan escenas como la del tipo que agredió a una chica extranjera en un vagón de metro lleno de gente y que nadie hiciera nada.
Es incomprensible para mí que se sigan sucediendo maltratos, abusos y asesinatos de mujeres y niños y que nadie diga ni haga nada. Es imposible que nadie sepa nada. Vecinos, familia, amigos... Todos notamos cuando alguien que conocemos está triste, ¿cómo no vamos a notar cuando es maltratado, golpeado o humillado regularmente? De nuevo el miedo al cambio hace que los mismos callen y miren para otro lado a la vez que suben el volúmen de sus televisores para no oir los golpes y los gritos procedentes de otro hogar no tan distinto del suyo.
Puede que suene a utopía, puede que penseis que soy un iluso pero, si la gente no pensara tanto en sí mismos y más en los demás, quizás las cosas nos irían mejor a todos.
Al final, como se suele decir, se recoge lo que se siembra. Y nunca se sabe si serás tú el próximo que necesite ayuda y vea con desespero como todos a tu alrededor siguen con sus vidas y hacen como si tú y tus problemas no existierais.

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