24 de agosto de 2011

¿Está en Internet el futuro de los nuevos escritores?


Internet parece no tener límites, tanto para lo bueno como para lo malo, y es que ha quedado demostrado su poder en los últimos años: cantantes, actores, directores, cómicos, artistas visuales de todo tipo, que nacen en la red y se convierten en estrellas mundiales de la noche a la mañana, así lo confirman. Pero, ¿qué hay de los escritores?

La obra del escritor no es tan inmediata como puede serlo la de otros artistas; precisa de su público una dedicación mayor. Si en menos de un minuto ya podemos saber si un tipo de música, un estilo de dibujo o una película nos gustan, eso no sucede cuando empezamos a leer un libro. En los tiempos que corren, en el que hay un abanico tan amplio de posibilidades a nuestro alcance, es cada vez más difícil lograr que el público decida dedicar un par de horas a una novela, y prácticamente imposible si ésta ha sido escrita por un autor desconocido o que empieza.

Igual de difícil es que una editorial apueste por un escritor novel. Lo que convierte la profesión del escritor en algo utópico para la mayoría de personas que desean dedicarse a ello.

Pero internet puede ayudarnos. Quizás no será tan fácil como colgar un par de canciones en Youtube y probablemente requerirá de más tiempo, paciencia y, sobre todo, constancia, pero si sabemos utilizar las herramientas disponibles y nuestro material es bueno, podemos conseguir grandes cosas.

Os voy a hablar desde mi experiencia, citando también algunos casos que muchos conoceréis a estas alturas, para que veáis que sí se puede, a pesar de que la mayoría de escritores que conozco siguen pensando que el sector editorial es inamovible y que las cosas van a seguir como hasta ahora por siempre.

Que Internet está cambiando el sistema y el mercado es una realidad. Muchos negocios —cada vez más— crecen o desaparecen gracias o por culpa de la red de redes. Ahora prácticamente todo se mueve en la red, y el que no se mueve con ella se ahoga. Con la popularización de Internet ha nacido una nueva era, una era que ha recuperado unos valores que se creían extintos: el más importante es el valor del intercambio —mal llamado, por aquellos que ven peligrar sus negocios basados en el abuso al consumidor, como piratería—.

«¿Y qué tiene que ver todo este rollo con los escritores?», debéis estaros preguntando…. Pues es obvio: si queréis dedicaros a escribir, si queréis ser leídos, compartid vuestro trabajo. Si es bueno, os veréis recompensados. Como ejemplos me vienen a la mente tanto mi buen amigo Manel Loureiro —con su saga Apocalipsis Z—, como Eloy Moreno —con su El Bolígrafo de Gel Verde—. Ambos compartieron sus primeras novelas en Internet, gratuitamente, completas, y con constancia, humildad y dedicación consiguieron llamar la atención de editoriales importantes, con las que ahora triunfan no sólo a nivel nacional.

Ahora os hablaré de mi experiencia que, aunque bastante similar a la de los autores que acabo de citar, es la que conozco de primera mano.

En mi caso también compartí mi ópera prima literaria, primero en un blog y luego en varios foros, donde conseguí, para mi sorpresa, el apoyo de cada vez más lectores. Después, cuando tuve terminada la novela, y a medida que crecían las expectativas, en lugar de guardarme el manuscrito pensando en las editoriales, decidí compartirlo en cada vez más sitios de internet: foros literarios, Wattpad y plataformas similares e, incluso, en webs de intercambios de enlaces o de descargas (mal llamadas «webs piratas»). En pocos meses, entre el blog y los distintos sitios donde aparecía alguna parte de mi novela, más de 100.000 personas habían conocido mi historia, y muchísimas habían disfrutado con ella. Poco después, gracias a estos datos, conseguí que una editorial se interesara por mi trabajo y se atreviera a publicarlo: en tan sólo cuatro meses alcanzamos tres ediciones y antes de que pasara un año, la novela sería traducida y publicada en otro idioma. Sé, con seguridad, que sin el apoyo de los lectores de Internet mi novela no existiría.

Pero eso no es todo lo que quería contaros. La gratitud y el apoyo de los internautas (muchos de los cuales, entre los que me incluyo, son acusados de «piratas») va mucho más allá cuando les ofreces algo con humildad, sin pedir nada a cambio, y les dejas degustarlo y comentar lo que les apetezca. Los medios, los empresarios, los que amasan grandes fortunas y que sólo miran por sus beneficios millonarios, los acusan de ladrones sin darse cuenta de que esas personas son las que les daban de comer y les permitían sus lujos y excesos hasta ahora. La diferencia está en que ahora pueden y saben elegir por lo que merece la pena pagar. Y la prueba está en todos esos lectores que, después de haber leído los libros de Manel, de Eloy e incluso míos en la red, sin pagar un solo euro, han decidido luego comprarlos en una librería, consiguiendo que unos y otros sumemos ya un buen número de ediciones y que hayamos decidido seguir escribiendo mientras nuestras historias sean leídas.

Desde aquí quiero dar especialmente las gracias a webs como Exvagos, Vagos, Meristation y Mediavida, por su apoyo y amistad. En todas ellas he conocido a bellísimas personas y grandísimos lectores. Un abrazo y seguid así y, aunque no todos compartáis los mismos puntos de vista, sabed que estáis cambiando el mundo.

2 comentarios:

tino_sola dijo...

Pues qué te voy a decir, Daniel: Que tienes más razón que un santo. Aunque en realidad lo que quería comentarte es que el agradecimiento a las webs es, cuando menos, bidireccional. Así que gracias por dejarnos disfrutar con tus cosas.

Un saludo.

Daniel Estorach Martín dijo...

Gracias a vosotros Tino, un escritor sin lectores no es nada :)


Un abrazo!